La investigación da cuenta de los procesos desencadenados durante 40 años de Reforma psiquiátrica en Brasil, que van desde la creación del CEBES en 1976, en un contexto de nuevos sujetos de derechos, nuevos derechos y participación social, hasta 2016, en un escenario de desmantelamiento del Estado y retracción de políticas públicas, -escenario que puede leerse como un catalizador del retroceso ideológico y civilizatorio global-. A pesar de errores y déficits, se iba logrando una superación de la segregación, estigmatización, medicalización y encierro, para dar paso a la comprensión del sufrimiento mental y la inclusión de sectores marginados a través de un despliegue de proyectos e iniciativas. Pero no se trató sólo de aplicar técnicas o programas específicos dentro del campo de la Salud mental, sino de transformaciones que se sucedieron en todos los ámbitos de la vida para reconstruir los vínculos e integrar a todos mediante el arte, las cooperativas, las familias, la jurisprudencia, las políticas públicas ejercidas en todos los niveles del Estado, las redes de atención psicosocial, las discusiones y difusión en encuentros, los congresos académicos, etc. Esta complejidad en la acción significó un cambio cultural donde la locura de a poco iba concibiéndose como parte integral de la experiencia humana.