Tras abandonar la comodidad de su trabajo en un juzgado porteño y separarse de su novia, Franco Bonaire llega a París para cursar un posgrado en el idioma que aprendió de pequeño. La Cité Universitaire Internationale, en la que vivirá durante el año lectivo, lo fascina de inmediato por su diversidad cultural. En los pasillos de las residencias que la componen, en sus frecuentes fiestas, confluyen Tadeo, un historiador rosarino que convivió con los zapatistas; Faro, un poeta pakistaní que cultiva el surrealismo; Yiannis, un ingeniero griego que planea correr el París-Dakar en motocicleta; Richard, un abogado congolés heredero al trono tradicional de su país... Todos ellos, con sus diferentes historias y proyectos, buscan lo mismo: su lugar en el mundo. Alrededor del vasto campus hay otra ciudad, con reglas diferentes, que se irá develando a través de su gente. Es en ella donde Franco conoce a Sophie, una bella estudiante parisina que, sin proponérselo, lo llevará a replantearse su identidad.