Este libro propone un recorrido histórico por la obra pública desarrollada durante la gobernación de Manuel Fresco en la provincia de Buenos Aires (1936-1940). A través de documentos, fotografías y análisis críticos, se rescata la magnitud de un plan de infraestructura que incluyó escuelas, hospitales, caminos, viviendas y espacios públicos, dejando una huella material aún presente en la geografía bonaerense. La investigación pone en debate las tensiones entre la modernización impulsada por el Estado y los usos políticos de la obra pública, ofreciendo una mirada integral que articula historia, arquitectura y política. Se trata de un aporte fundamental para comprender cómo las políticas de infraestructura configuraron territorios y modos de vida en la Argentina del siglo XX.